TRANSPARENCIA
“Pero ¿quién quiere que
le observen todo el tiempo?...“Todos necesitamos tener el derecho a
desaparecer”, “Todos tenemos derecho al
anonimato” (“El Circulo”, Dave Eggers )
La sociedad actual,
parece querer efectivamente la observación recíproca de todos con todos. Es una
sociedad pornográfica, en la que todo se muestra sin ocultamientos, “se
introduce la transparencia como nuevo imperativo social”,( Byung-Chul Han, “La
sociedad de la transparencia)
Todo parecen ventajas,
si toda la información está controlada,
“dejará de haber delitos. No habrá ni asesinatos ni secuestros ni
violaciones...”, no habrá zonas oscuras, fuera de control.
La transparencia
implica control. Todo el mundo controla a todo el mundo. La sociedad del
control.
Pero, “¿Podemos aguantar el hecho de vivir
estando expuestos al escrutinio, a que nuestros secretos queden abiertos, si,
en cambio recibimos nuestras propias linternas para que podamos enfocar a
cualquiera?”,(ibid.)
“Yo, yo quiero que me
vean. Quiero alguna prueba de que he existido.” (Mae, protagonista de “El
Circulo”)
En esa sociedad en la
que estamos introduciéndonos, todos controlan a todos, la individualidad
desaparece sumergida en el “todos”. Quién es quién depende de lo que opinen los
otros. En realidad se podría decir que
los otros son la otra cara de nosotros mismos. El totalitarismo absoluto.
Este parece el futuro
inevitable gracias a las nuevas técnicas de comunicación, whatspps, que los
usuarios acogen con entusiasmo, como la protagonista de El Circulo. Todos
conectados, todos conectados...cantan alegremente.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo, esto va evolucionando hacia "La gran conexión", todos con todos pero creo que no esta todo perdido, siempre tenemos la última decisión: Yo elijo, siempre tengo ese momento en que elijo, quiero estar conectado o no, yo decido. Nadie me obliga, los medios, los avances tecnológicos están a mi disposición, sí, no los puedo controlar, pero siempre tengo esa última parcela en la que yo decido.
Hola. Gracias por tu comentario. Yo creo que la capacidad de elección esta muy limitada si no queremos quedar fuera del mundo actual. Sí es posible limitar esa conexión universal. Como no usar el WhatsApp para estar constantemente comunicándose banalidades. Uno puede, quizás, instalarse en una especie de reserva, como se lee en "El mundo feliz". Lo que implica una autonomía al menos económica.
Saludos del buho
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