14.10.08


CRITICA DE LA FILOSOFIA: ¿ES POSIBLE LA FILOSOFIA?

“Pues todo no es más que una maraña de conjeturas.”Jenófanes

Se conoce con el nombre de “filosofía” a una especie de “recetarios” para contestar a preguntas que los hombres se hacen sobre cómo son las cosas o que deben hacer. Es decir, “la filosofía es la respuesta del hombre ante el mundo”. Entendiendo por “mundo” “cualquier objeto que se pueda conocer o del que se pueda hablar”.
Así entendida “filosofía” sería algo parecido a la “sabiduría” y así fue efectivamente en sus orígenes. En la actualidad, no es el caso. Las “ciencias” presentan las respuestas disponibles a la mayor parte de las preguntas que la gente se hace sobre “cómo son las cosas”, y las “creencias, religiones, y costumbres” facilitan las fórmulas para saber como debe uno comportarse.
Se sigue, sin embargo, hablando de “filosofía”, por lo que parece natural preguntar a qué nos referimos cuando lo hacemos.
Habría que decir que “filosofía” consiste en “cuestionarse las evidencias cotidianas”. Pues “filosofía” describe una actitud, una forma de ver, de interpretar el mundo.“Evidencias cotidianas” quiere decir, los “iconos favoritos culturales”. H.Arendt llama a esto “prejuicios”, los-prejuicios-que-conforman-una sociedad :“Los prejuicios que todos compartimos, que son obvios para nosotros, que podemos intercambiarnos en la conversación sin tener que explicarlos detalladamente, representan algo político en el sentido más amplio de la palabra, es decir, algo que constituye un componente integral de los asuntos humanos entre los que nos movemos todos los días.”
“Filosofía”, hoy, quiere decir, dudar, poner en cuestión tales iconos culturales; poner en duda las evidencias, es decir, los “iconos que nos resultan familiares”. Por eso se suele decir que “la filosofía es crítica”, crítica de la cultura en la que se está instalado.
Cabe preguntar cómo es posible tal crítica, si el hombre necesariamente está instalado en una cultura, en un mundo. Un ser humano fuera de una cultura sería una entelequia, en el sentido de “ser irreal”: “La ciudad es la que hace al hombre”(Пόλις άνδρα διδάσκει),(Simónides frag.53). La “sociedad” es decir “el grupo social”, la “caverna”, ve el mundo a través de la cultura del grupo, “La pertenencia a una sociedad, implica una cultura, una filosofía o “forma de ver el mundo”, (R.Dahrendorf). Dahrendorf considera elemento formal del grupo social, al conjunto de normas que regulan el funcionamiento del grupo, lo que permite que el comportamientos de sus miembros sea previsible.(o.c.)
Que esto sucede, la crítica de las “familiaridades culturales”, es una obviedad, y su razón estriba, verosímilmente, en el “cambio”.Las sociedades, la caverna, no son homogéneas, es decir, ya no se puede dar por supuesto que todos o la inmensa mayoría de sus miembros participan de la misma filosofía o cultura : “no es fácil encontrar un consenso en las sociedades actuales, más bien hay una diversidad considerable de creencias, costumbres e ideas”, (Hart, “Law, Liberty and Morality”)

Lo que lleva, a preguntar por el ”fundamento del orden moral”(es decir, “del orden social”): “de dónde dimana el ”orden moral” que se nos exige, ¿de una fuente externa, o surge de algún modo de la propia naturaleza humana (bien de la razón, bien del sentimiento, bien de una unión de ambos) y de la exigencias de nuestra vida conjunta en sociedad ?”.(Rawls).

La “Naturaleza-inmutable” frente a la “convención-mudable”, seguridad frente a inseguridad. Ese es el dilema del que surge la incertidumbre y al que la filosofía, se supone, debe proporcionar respuesta satisfactoria, es decir “respuesta segura”, lo que, claramente, esconde un prejuicio, “hay una solución-segura que hay que descubrir”. La Verdad entendida como “descubrimiento”,(άληθεία)*
*Para bibliografía sobre la “verdad-como-descubrimiento”, y sus relaciones con la “Doxa”(δόξα) y, esta distinción es importante, con el “olvido”(Lethe,-λήθη/α-λήθες), es interesante el estudio de M.Detienne, “los Maestros de Verdad en la Grecia arcaica”, Taurus 1982; ver la nota 107 del c.3º).
El presupuesto de la “verdad-descubrimiento”, implica un mundo, una realidad oculta que hay que descubrir, “el mundo de más allá” (έξω του ούρανοϋ). Este “mundo-más allá”, es el avalista, algo así como “el fondo de garantía de depósitos”, “el que respalda los fenómenos”.
La historia de la filosofía es la historia de los avatares de ese “avalista universal”,”Dios-Creador”, en la interpretación religiosa tradicional, “el Absoluto” en la versión laica de los modernos. Pero siempre, en lo que conocemos como “interpretación-metafísica-del-mundo”, se da por supuesto, como axioma básico ese “mundo-más-allá”:”la solución de los absurdos de este mundo se halla por completo en otra dimensión y en otra vida.”(J.N.Findlay, “La Trascendencia de la Caverna”)
La alternativa, es explicar el orden moral desde dentro. Desde dentro de la caverna, desde dentro de la historia, desde dentro de la misma cultura.
Así a la pregunta por el fundamento, es decir, cómo podemos saber si obramos bien o mal, la respuesta sería, “En tanto que individuos kantianos no podríamos saberlo. En tanto que miembros de una comunidad lo sabemos todo el tiempo”.(R.Rorty).
Es la que podríamos decir, “solución sociológica”, al problema del fundamento del orden moral. Respuesta que algunos confunden con el “relativismo moral”, equivocadamente, porque lo que implica es la tolerancia, (Popper). “Relativismo”, más, bien es acomodar el código moral a una concepción moral, a un “parroquialismo moral bajo la máscara de promover la ética universal”.

Por otra parte, el presupuesto metafísico, está plagado de problemas, como el propio Platón reconoció. Por eso, quizás, dijo: “Este es mi pensamiento que tanto deseabas escuchar. Sólo Dios sabe si está conforme con la realidad”,(Rep.517), texto en el que la referencia a “Dios”, no parece tener otro sentido que el de indicar que es un asunto difícil de conocer con certeza. Lo que encaja con lo que afirma en el Parménides, “si por estas dificultades u otras parecidas, no admitimos tal mundo,(el ideal),¿ cómo podríamos garantizar el conocimiento y organizar la ciudad?”.
“La solución de los absurdos de este mundo se halla por completo en otra dimensión y en otra vida”,(Findlay,o.c), o, es la alternativa, “acostumbrarse a vivir con los absurdos”:“Conviene saber que la guerra (los conflictos, los cambios) es común (son comunes a todas las cosas) y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad”( Heráclito, 214, ).

En conclusión, o se “postula un mundo-más-allá”, explicación que se puede llamar “metafísico-religiosa”, de cuya existencia solo podríamos hablar por “revelación divina”, olvidando que esa explicación forma parte de la decoración de la caverna; es, como reconoce el propio Findlay, “la coronación de la caverna”(o.c.), y es “quimérica”( Findlay o.c.), o, de acuerdo con Platón y otros, se reconoce que “vivimos en medio de conjeturas”, pues “todo no es más que una maraña de conjeturas”(Jenofanes, frg.16), lo que elimina los dogmatismos y totalitarismos; lo que se llama el “pensamiento único”: “Gleischaltung”, esto es aplastar las diferencias, eliminar las fuentes del juicio moral. Pero se pierde también la aspiración a la “seguridad de la certeza absoluta”:
“Pero respecto a la verdad certera, nadie la conoce,
Ni la conocerá; ni acerca de los dioses,
Ni sobre todas las cosas de las que hablo.
E incluso si por azar llegásemos a expresar
La verdad perfecta, no lo sabríamos:
Pues todo no es sino un entramado de conjeturas”.(Jenofanes)