4.11.10

ES POSIBLE LA FILOSOFIA ?



Se denomina filosofía a la “interpretación-del-mundo”, a la forma-natural-de-estar-en el-mundo que tienen los humanos. Es un hecho que esta interpretación es un resultado de la cultura en la que se vive: toda sociedad implica una cultura: conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en tanto miembro de la sociedad. Los miembros de una cultura tienen una forma de interpretar, de estar, ante el mundo, y si denominamos filosofía a esa manera de estar en el mundo, entonces “la filosofía es un resultado de la cultura en la que ineludiblemente se vive”.
Sería una obviedad decir que las culturas se han formado según circunstancias históricas muy diversas. Son el producto de variados antecedentes históricos, por lo que sería ilusorio esperar una consistencia lógica en ese “todo-complejo” que denominamos “cultura”.
Así hay que decir que esta “filosofía ordinaria”, es resultado de principios que, a veces, pueden ser contradictorios. Si estuviésemos hablando de un sistema formal habría que decir que no sería consistente ni completo. Pero, a todos los efectos prácticos, esta falta de consistencia, de hecho es irrelevante. Estamos familiarizados con ella y acostumbrados a poner parches, remiendos, cuando es útil o necesario. Lo que suele ser motivo de debates sociales, religiosos y filosóficos. Estos debates forman parte del mundo, es la manera natural de estar en el mundo. Su interpretación es función de la filosofía en sentido fuerte. La filosofía en sentido fuerte, la “filosofía-auténtica”, es la interpretación de la forma-natural-de-estar-en-el-mundo, (la que he llamado filosofía ordinaria), es como “la sombra” de esa filosofía ordinaria. Cuando las personas, algunas, al menos, se preguntan por esas cuestiones, usualmente consideradas filosóficas: el sentido de la vida, para qué estoy aquí, qué debo hacer etc.,…tales preguntas, de las que no podemos librarnos ni contestarlas satisfactoriamente, fuera del ámbito de las creencias, son como la sombra que acompaña a la conciencia humana. La pregunta por el sentido de esas mismas preguntas, la pregunta filosófica rigurosa, es como la sombra, no podemos contestarla ni librarnos de ella: “Es una ilusión que no puede evitarse…pues estamos frente a una ilusión natural e inevitable” (Kant).


La filosofía “académica” ha especulado con la creación de sistemas sociales, filosóficos, consistentes, “la explicación definitiva”. Se conocen con el nombre de “utopías”. La de Platón es, quizás, la más conocida. Con frecuencia los políticos han llevado a la práctica tales sistemas: “la organización social definitiva”. A eso se le llama “totalitarismo”. Hay un totalitarismo político, es el sentido usual, pero se puede, se debe, hablar de un “totalitarismo-filosófico”, cuando se presupone que determinada-interpretación-del-mundo es la “explicación-definitiva”, lo que implicaría una cultura-definitiva. Lo que, no debiera ser el caso. Sería, estrictamente, un oximoron.



3.- Llegados a este punto cabe preguntar: 1º.-Si la interpretación-del-mundo es la forma-natural-de-estar-en-el-mundo, y a esa “forma natural” llamamos “filosofía ordinaria”, ¿cómo es posible la interpretación-de-la-interpretación, a la que llamo “filosofía en sentido fuerte” o “filosofía-auténtica”?

3.1.- TRIVIALIDADES: (Es sabido que los filósofos suelen partir de “trivialidades”: “Certum est enim, et sensu constat, aliqua moveri in hoc mundo. Omne autem quod movetur, ab alio movetur.” Etc.,)
Así hay que decir que “hay muchas filosofías”, hay muchas formas de interpretar el mundo, hay muchas culturas, muchas religiones, creencias, costumbres etc.” Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que las que tu filosofía puede imaginar”, (There are more things in heaven and earth, Horatio, than are dreamt of in your philosophy)…Es una trivialidad, pero este no es el problema. La pregunta era: la “filosofía ordinaria” o manera-general de interpretar el mundo usual no requiere una conciencia explícita de los principios y fundamentos que regulan sus creencias y comportamientos, y es de esto de lo que debe tratar la filosofía en sentido fuerte, si es posible. Es de esto de lo que se han ocupado los filósofos que han diseñado los sistemas conocidos.
Las ciencias, las religiones, las morales predominantes, las artes, tienen en común con la filosofía su pretensión de proporcionar una “auténtica-interpretación-general-del-mundo”.Con pretensiones universales. Se podría decir totalitarias.


Más trivialidades. Las historias, de la ciencia y de la filosofía, muestran cómo la interpretación pre-moderna de las ciencias presuponía ser una traducción fiel del mundo físico tal y como le ve el realismo ingenuo. Lo misma cabe decir del arte como representación cuasi fotográfica de esa misma visión. De la organización política de la sociedad es innecesario decirlo: el gobernante “Dei gratia” no es tan antiguo. De las grandes religiones no es necesario hablar, es la definición misma de religión.
Estas manifestaciones de la cultura, en el sentido definido, tienen sus principios. Los grandes principios, eternos, universales, dicen. Por supuesto “Verdaderos”. Aquí aparecen dos vías: 1ª La filosofía en sentido estricto se ocuparía del análisis de tales principios, si es posible. 2ª Pero, además, siempre sería posible preguntar por los principios de esa meta-filosofía, la que se ocupa de analizar los principios de la filosofía cotidiana.
Resumen: la filosofía auténtica indagaría sobre los principios de la cultura o filosofía ordinaria, pero ¿quién indagaría sobre los principios de la filosofía auténtica?