A modo de introducción:
Controlado razonablemente el entorno físico, los seres humanos disputan de
ordinario entre ellos mismos. Los miembros de una tribu con los de la tribu
vecina, entre los mismos miembros de la tribu, y entre los sujetos que componen
una misma familia. Los intereses personales o de la tribu están en la raíz de
las disputas. Los sociólogos señalan cómo hay un antagonismo inevitable entre
las tendencias egoístas y las tendencias altruistas de los seres humanos. Los
grupos sociales se forman entorno a estas tendencias innatas. Heráclito advirtió
cómo la vida son disputas, discusiones.
No sólo entre los seres
humanos, entre los animales, no solamente los mamíferos, hay disputas por el
terreno, por la comida, por las hembras, es una constante inevitable. Los gorriones
de mi jardín, a los que cada mañana abastezco de suficientes migas de pan, se
las arrebatan unos a otros, teniendo a su alrededor suficientes, lo que hace
innecesario intentar robárselas al vecino. Interpreto que les divierte
arrebatarlas por la fuerza.
Las sociedades que
conocemos, están “organizadas” en función de unas reglas que hacen posible el
desarrollo del grupo, evitando la guerra de todos contra todos. Esto también
ocurre entre algunos animales, algunos mamíferos superiores, y también las sociedades
de algunos insectos.
E.O.Wilson, en “La conquista social de la tierra” explica las fases de esta
organización. En su interpretación, vivimos atrapados en redes sociales. “Los individuos egoístas vencen a los
individuos altruistas, mientras que los grupos de altruistas gana a los grupos de individuos egoístas.” El
caso es que, aunque, afirma, ”la
cooperación humana es un enigma evolutivo”, “los seres humanos propenden a ser
morales, (hacer las cosas correctas, retenerse, ayudar a los demás, a veces
incluso con riesgo personal) debido a que la selección natural ha favorecido
aquellas interacciones de los miembros de grupo que benefician al grupo como un
todo”, (o.c.p.288)
Estas situaciones
conflictivas explican la pregunta que con frecuencia nos hacemos, ¿Qué debo hacer?. Habría que completarla preguntando ¿Cómo
se lo que debo hacer?.
1.-Heidegger decía,
aproximadamente, que una cosa son las cosas y otra hablar sobre las cosas. Se
denomina “cosa” a todo aquello de lo que se puede hablar. Vivimos entre las
cosas, eso significa “estar-en-un-mundo”, como parece que el propio Heidegger
interpretó el “estar-en-el-mundo” original. Así las cosas nos ocurren, son
eventos, tanto si tenemos una enfermedad, como si alguien nos ordena o prohíbe
hacer algo. Hablamos sobre todo lo que nos ocurre en este sentido.
2.-Aceptando que no
podemos definir rigurosamente “lo lógico”, sugiero llamar “lógico” al sistema,
procedimiento, etc., que nos permite razonar correctamente, (habría que decir,
lógicamente). Los antiguos decían, “razonar ordenadamente, fácilmente y sin
cometer errores”. A eso llamaban “el arte de la lógica”.
Así se podría decir que
la lógica es el procedimiento que permite obtener inferencias correctas, (
lógicas)
3.-La ética se ocupa de
los principios que regulan nuestra conducta moral. Entendiendo por “moral”, no
solamente la conducta que resulta de un conocimiento previo y libre, sino aquella que resulta de la vida en común,
en el grupo social en el que uno se encuentra. De las mores del grupo. El
“estar-en-un-mundo” al que aludí anteriormente.
4.-Los principios, por
definición, son generales, por lo que su aplicación a los casos, lo que
realmente responde a la pregunta, qué debo hacer en este caso, requiere una
inferencia, del principio al caso.
Esta es, se podría
decir, la cuestión. Hay que partir de los principios o hay que partir de los
hechos, de lo conocido, para establecer los principios, se preguntaba
Aristóteles.
En cualquier caso es evidente
que es necesario el razonamiento, la inferencia de A hacia B: “dado A es, necesario, o probable, o
razonable, o preferible, o sus contrarios, B”
Si “A” es un principio o un hecho es algo
que no está claro.
5.-“No hay hechos solo interpretaciones, y esto
también es una interpretación”, dijo Nietzsche.
Si, como dijo
Aristóteles, se debe partir de los hechos, pues estos son lo seguro, lo
conocido, lo que nos aparece como familiar, depende de la educación moral que
uno tenga, es decir de la idea de honradez y de justicia que se posea, “en una
palabra de lo social”, lo político, en lo que uno este inmerso. El “estar-en-un-mundo”.
"Cada
uno recibe la verdad y la expresa a partir de sí mismo, de su historia, de su
cultura y de la situación en dónde vive", ( Bergoglio )
Lo que llamamos
“hecho”, no es, por tanto, lo primario, sino que es el resultado de la
interpretación del mundo en que uno está.
6.-Lo lógico aparece
como el sistema que permite moverse, transitar, ordenadamente, fácilmente y sin
equivocarse, entre las interpretaciones. Es otro nombre de “lo matemático” :”Un
lenguaje formalizado del pensamiento puro a base del lenguaje matemático”,
(Frege). Se podría decir, que constituye un mundo aparte.
CONCLUSION
En todo caso, bien
partiendo de principios generales, sea cual fuere cómo se hayan obtenido, bien
partiendo de hechos que, en nuestra
situación, nos presionan como tales, hay que razonar, para saber qué debe uno hacer. Qué es lo correcto.
El problema, en mi
opinión, es que, aunque en términos muy generales se habla de una “naturaleza
humana”, esta es una idea muy indeterminada. En los particulares, las personas
concretas, la naturaleza humana es muy diversa, tanto por causas genéticas como
sociales. En este nivel no es significativo hablar de una naturaleza común,
universal. Cada uno es cada uno.
Y resulta que no todos son capaces de entender los
procedimientos lógicos o no todos quieren aceptarlos. Por lo que las
conclusiones que, en niveles teóricos, podrían considerarse lógicas,
concluyentes, con frecuencia, no lo son para todos. No podemos, por tanto, establecer
principios morales universales. Dicho de una manera más suave, puede
que, en algunos casos, “no haya una respuesta clara”, “puede o no tener una
respuesta definida” contestar a la pregunta “qué debo hacer”. (Thomas Scanlon)
Aunque para Scanlon (Las dimensiones morales. Permisibilidad,
significado y culpabilidad), lo que está permitido hacer, es decir lo que
respondería a la pregunta “qué debo hacer” es independiente de
las intenciones, del significado que para el agente pueda tener determinada
acción, la casuística le fuerza a reconocer que “la cuestión acerca de si la permisibilidad depende del significado, o
de las razones para actuar del agente, permanece por tanto abierta”
.
La incapacidad para
entender o los intereses, la mala fe, para reconocer que tal cosa es lo que se
debe hacer, en mi opinión, están incluidos en lo que Scanlon llama el significado que la acción tiene para
el agente.
Contestando
a la pregunta inicial, cómo se lo que debo hacer, habría que contestar con R. Rorty,
no lo sabemos, solo la pertenencia a una
comunidad nos permite saber qué se deba hacer en cada caso.
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